2017-11 La jungla sonora

Nunca conseguimos mantenernos en el orden suficiente para presentar esta parte tan importante en nuestro calendario y en nuestras experiencias. Esta vez intentaremos volcarnos a modo de resumen mensual. A ver si conseguimos engancharos…

Día 2.
Temperatura: 14-12 C
Luminosidad: alta debido a la luna
Cielo: principalmente cubierto, gran visión por el resplandor de la ciudad no hubo lluvia.
Viento: en calma
Ubicación: 42.863547, -1.72801, altitud 512 m
Después de toda la primavera y el verano, llega la oscuridad a nuestras latitudes. Este año esperaba muchas cosas, hay muchos restos de actividad de micromamíferos, y aunque el verano fue largo y seco, la vegetación revivió después de las lluvias de finales de agosto. El resultado es que los frutos han podido salvarse.
Por eso esperaba una gran profusión de ratoncillos. Sin embargo, comenzamos mal. No pude encontrar un enebro (Juniperus communis). Los ratones de este monte tienen cierta predilección por tener sus madrigueras a los pies de los enebros. Es posible que la base de agujas espinosas favorezca el sistema defensivo de ocultar por una parte, y disuadir por otra.
La buena noche estimula a las cigarras y a otros zumbidos más a aprovecharse del bosque, y a pesar de ubicarme bajo un espino (Crataegus monogina), varios ratoncillos salieron de sus guaridas, algunos muy osados metiendo bulla a menos de 3 metros de mí.
Pero no fue todo; un ladrido de zorro ya indicaba que el monte no estaba desierto, los gritos de un ave ya nos daban a la claras que algo alado se movía. El monte no está vacío de depredadores, por eso no hay tantos ratoncillos como preveía.
Para finalizar la sesión dos pequeños bandos de grullas sobrevolaron altas en su camino al sureste.

La luna entre las hojas de los quejigos.
Ezkidi 2017-11-02

Día 23.
Temperatura: 13-11 C
Luminosidad: media, luna apenas una «uña».
Cielo: despejado en su mayor parte con algunas zonas más nubosas. La mayor parte del tiempo apenas si había nubes.
Viento: en calma
Ubicación: 42.86362, -1.72803, altitud 503 m
Después de 3 semanas volvemos a encontrarnos con la «jungla». A pesar del viento y las primeras heladas de acontecidos en estos días, los quejigos aún conservan mucha hoja, lo que dificulta la visión dentro del bosque. Consigo encontrar un Juniperus para ubicarme a su lado. La masa verde es muy grande y crea un contorno de «seguridad» muy superior a la propia base del enebro debido a la presencia de más arbustos de la orla del bosque asociados. La audición se compone de la sempiterna marcha del tráfico rodado, los ladridos de los perros, y luego las cigarras y otros murmullos propios del bosque. La población de roedores es pequeña, pero estable y homogénea en el suelo del bosque. Las bellotas siguen cayendo y los roedores se van acostumbrando a mi presencia. Muchos son jóvenes y muy descarados y audaces. Se delatan por su ruido y porque apenas me acomodo ya salen de sus madrigueras, rozando los tallos, mordiendo las pajitas, paseándose entre la hojarasca,…
Sin embargo la luz de la pantalla del móvil no termina de gustarles, siempre he creído que estaban acostumbrados a los focos de los vehículos, y evitan estar presentes o delatarse cuando la enciendo.
Hoy no hay muchas reseñas más, no siempre se tienen experiencias intensas, aunque también es cierto que pude disfrutar menos tiempo del habitual, los deberes sociales imponen.

Jugando con la ladera.
Ezkidi 2017-11-23

Día 30.
Temperatura: 4-3 C
Luminosidad: alta debido a la luna cercana a la luna llena
Cielo: principalmente cubierto, variaciones debidas al viento. Al final del tiempo cayeron algunas gotas.
Viento: en calma al nivel del suelo y copas en esa parte del bosque.
Climatología. Gran humedad ambiental y en las hojas. Las lluvias de mediodía se mantienen en gran parte en las hojas de los árboles.
Ubicación: 42.86422, -1.72812, altitud 505 m.
Ya sabíamos que ese no iba a ser un gran día. Las lluvias de la tarde fueron abundantes, y todo rezumaba agua, incluyendo las hojas y el suelo. Por eso decidimos cambiar un poco de ambiente, consistente en buscar otro lugar del bosque próximo bajo un enebro. No fue posible, pero al menos encontramos una zona de matorral prometedora y un pequeño enebro al lado. A pesar de la temperatura y la humedad, los grillos cantaban, eso sí, muy bajo y con poco ímpetu. La anécdota fue encontrarnos con una estrella fugaz que hizo un pequeño recorrido sobre el cielo muy alto.
El día cumplió con las expectativas sonoras, demasiados ruidos asumibles por el caer de las hojas, bellotas, gotas de agua, … aun así, podríamos pensar que algunos roedores salieron a tomar el fresco. No pudimos percatarnos de seres voladores y otros sonidos aparte del ganado chapoteando por los charcos, o la propia lluvia.
Pero lo mejor vino hacia el final, cuando un paseante de perros consigue que nuestro zorro se levante de su escondrijo y recorra durante un tramo el camino encementado, más que suficiente para alegrarnos el regreso.

Desde el suelo, en el límite del bosque.
Ezkidi 2017-11-30

Conclusión noviembre:
No hemos podido tener, en general, buenas audiciones; ni han sido lo frecuentes que hubiéramos deseado; además, como consecuencia de que ha vuelto a ser un verano seco y largo, las poblaciones de roedores son considerablemente menores de lo habitual, pero lo suficientemente numerosas como para mantener una red trófica, aún por evaluar.
Nos mantendremos atentos a las novedades.

Para ubicarse mejor:

 

La Jungla Sonora es un programa de Radio Euskadi dedicado a esa cultura que no aparece en los grandes medios, especialmente musical. El nombre de esta serie de entradas es un pequeño homenaje.
Gracias.

Acerca de ornitologia desde la ventana

Sólo soy una persona más de esas que ves por la calle. No deberías darte cuenta que estoy a tu lado, puesto que mi mediocridad es mi bandera identificativa. Si aún así quieres ponerte en contacto conmigo puedes hacerlo en ornitologiadesdelaventana@gmail.com
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